domingo, 28 de septiembre de 2008

Made in China


La inmigración China en nuestro país se origina a fines del siglo XIX, junto con la anexión de territorios en el norte de Chile y con el término de la Guerra del Pacífico. Esta inmigración se ha incrementado en los últimos años, en parte, gracias a las relaciones bilaterales que ambos países han desarrollado, habiendo ya más de 10 mil chinos residentes en Chile.

Cuando aquí se menciona a la población china, lo primero que hacemos es relacionarla con restaurantes de comida proveniente de ese país, o con negocios que venden al por mayor todo tipo de cosas a un conveniente precio, desde un apaga velas hasta aros, u otros accesorios.

A diferencia de los típicos negocios chinos, Angel Lin y su familia, trabaja en su propio supermercado: Jian fú, ubicado en el centro de Santiago, entre las calles Brasil y Erasmo Escala.



Angel Lin, un joven de 25 años nacido en China en la provincia de Fujian, llegó a Chile el 2004 desde Argentina, donde trabajaba en el supermercado familiar Jian fú. Siguió a su padre, quien se vino cruzando la cordillera un año antes que él para extender la cadena de supermercados aquí en Chile. Angel trabajó con su familia durante 6 años atendiendo en Argentina, donde ahora lo está haciendo su tío.






Cuando llegó a Chile, su padre ya había instalado el supermercado donde actualmente trabaja con su familia y algunos compatriotas. Está abierto de lunes a domingo desde las 10am hasta las 10pm, pero él no llega sino hasta las 4 de la tarde. Vive en la calle Catedral; con su esposa, también de origen chino, a quien llama Anita, y que luego de preguntarle por segunda vez el nombre de ésta en su idioma natal, comienza a escribir en chino lo que -luego me explica- para él decía Lin Jian. También vive con su pequeña hija, que nació en Chile, María Luciana; su padre Lin y su madre.






Pese a todo el tiempo que lleva en América latina aún no comprende, o dice no comprender bien el español. Al igual que Anita o Lin jian que atiende una de las cajas y que trata de esquivar la cámara. Entre ellos hablan en chino mandarín -para que no les entienda supongo, ya que con los clientes se les logra entender un perfecto español cuando es necesario-.

En Argentina la población china trabaja principalmente en sus propios supermercados a diferencia de Chile. Incluso se creó la Asociación de Comerciantes Chino- Argentina , que los regula y los defiende de rumores que los acusan de ser mafias por ejemplo, de que roban las mercancías, u otros similares que van en desmedro de éstos. Si bien, se han reconocido algunos casos, son la minoría, como dijo Chi Hwa Chu, presidente de la Asociación de Comerciantes Chino- Argentina, al diario "El Clarín". “Hoy en día, aquí en Chile no hay muchos supermercados chinos como en Argentina, pero puede que este tipo de negocio crezca",dice Angel Lin. Incluso uno de sus amigos va tras los mismos pasos que él, pues también tiene un supermercado, este se llama Linder, ubicado en la calle Catedral, entre Maturana y Brasil.



Jian fú podría ser un supermercado más entre los tantos otros existentes en Chile, ya que posee todo lo que éstos también: largos pasillos, todo tipo de productos, e incluso, a los mismos precios. Pero en realidad no lo es. Para empezar es atendido por sus propios dueños de origen chino, en el que venden productos provenientes de su país, como fideos, té, sushi, salsa de soya, e incluso cerveza, los que se venden muy bien, según Angel Lin.



“Los chilenos vienen al supermercado, principalmente, a comprar nuestros productos, sobre todo los fideos y el sushi”.-dijo Angel Lin, al tiempo en que me muestra el escaparate casi vacío.





Angel Lin dice que no le fue difícil acostumbrarse a vivir en Chile, pues está acompañado por sus familiares y además sus amigos chinos que aquí trabajan. Confiesa también que no cree en Dios ni religión, que le gusta mucho la comida chilena y los completos, pero aún así mantiene algunas supersticiones de su país, como por ejemplo; el cerdo amarillo que es para atraer el dinero. Concluye que jamás se ha sentido discriminado y que no está entre sus planes volver a China.





2 comentarios:

Juan dijo...

Buenas fotos, me gustó el contraste entre las cervezas y los productos chinos.
No sabía que había supermercados chinos, es que por mis tierras no hay.Por eso me pareció interesante la historia.
Quedé con una duda sobre los productos chinos que mencionas al principio ¿Un apaga velas? ¡hay que ser muy flojo pa no soplar y comprarse un apaga velas!Me parece muy raro, pero estos locos inventan cada cosa.
Iré a darme una vuelta a un supermercado chino para conocer.
Buen trabajo.

Alfredo Sepúlveda dijo...

Bien evaluado en clases. Buen reporteo. Felicitaciones.