domingo, 7 de septiembre de 2008

Escapar de Cuba fue sólo el primer paso



Las dificultades de un inmigrante Cubano en Chile

Montesinos, o Gerardo a secas para los amigos, es un cubano de 40 años que llegó a Chile el 2004 y que aún no se ha podido establecer del todo. Un tipo no muy alto y además blancucho –nada que ver con el estereotipo del cubano que uno se imagina- . Tiene un acento muy característico, es ágil y muy rápido para hablar, tanto que parece tragarse la “r”, dejando un espacio en la oración.

Mientras se dirige a uno de sus dos trabajos en micro, me cuenta cómo es su vida aquí en Chile y por todo lo que ha tenido que pasar para estar acá.

Montesinos estudió en Cuba control de calidad. Allá no tenía buena situación económica, aunque le alcanzaba para vivir, como él afirma. “De todas formas me quería ir del país, a futuro no veía grandes posibilidades para mí entre tantas restricciones, yo quería ser libre y encontrar mi propio camino”.

Muchos de sus amigos, con anterioridad, habían tratado de escapar de Cuba en balsas, pero la mayoría murió en el intento. "Eran buenos amigos que permaneceran en el recuerdo, buenos recuerdos". Gerardo no hace más referencia al tema y como si no quisiera hablar más continua diciendo que descartó esa posibilidad.“Por un conocido, me enteré de alguien que vendía visas para Ecuador, la que compré por un poco más de $2 millones. No fue fácil obtener el dinero, pero lo logré”.

Llegando a Ecuador, en donde vivió un año, trabajó de lo que pudo: desde garzón hasta en un call center, daba igual. “No me quedaba de otra, lamentablemente nunca conseguí trabajar en lo que estudié”.

Un amigo de él, también cubano que vivía en Chile; le dijo que se viniera, pues le tenía un trabajo con muy buena paga y le podría ayudar a asentarse definitivamente aquí. Montesinos, no lo pensó dos veces, juntó el dinero y viajó rumbo a Santiago. Obtuvo el trabajo que se le prometía, pero su amigo que lo iba a ayudar, se fue del país pasado un mes desde que llegó Montesinos.
Gerardo no perdió el trabajo, pero el salario no era suficiente para vivir, menos después de encontrarse solo, sin la ayuda de su amigo. Al tiempo después, de todas formas renunció. “Busqué trabajo por todas partes, porque necesitaba más dinero para cubrir mis necesidades. Los chilenos son muy amables, pero no es fácil convencerlos que contraten a un extranjero tan fácilmente”.

Todos los días frecuentaba posibles puestos de trabajos. Dejó muchos currículos hasta que lo contrataron en la fundación La Fuente -ubicada en Valenzuela Castillo con Antonio Varas-, en Providencia. Él sería el encargado de la supervisión del proceso físico del material bibliográfico; es decir, debía revisar los libros antes de que se distribuyeran en las “bibliotecas vivas” o de escasos recursos de Chile.

Montesinos vive en la comuna de Santiago, en el barrio Bellavista. Ahí, en una casona antigua, arrienda una pieza por $60 mil, incluyendo gastos comunes, donde comparte con inmigrantes de distintos países. "Ya son como mi familia. Todos nos cuidamos mutuamente. La mayoría de nosotros no tiene a nadie".

En la fundación le pagan $180mil mensuales, lo que dice no le alcanza para vivir, así que ahora también trabaja como garzón cerca de su casa. Con un sueldo de $160 mil, más propinas. “Aunque es bien sacrificado y las deudas no me faltan, me soluciona gran parte de mis problemas”.

De Lunes a Viernes, Montesinos se levanta a las 8:30 de la mañana más o menos, para partir a su trabajo en Providencia que comienza a las 10 en punto. A las 6:00 de la tarde, toma una micro y se devuelve a Bellavista para llegar a tiempo a las 7:00, cuando parte su turno como garzón. Terminado todo su trabajo, recién a las 2:30 am o incluso hasta las 3:00 am, se va a su casa que queda a unas pocas cuadras del local y así sucesivamente. “Es verdad que estoy cansado y que me gustaría poder mantenerme con sólo un trabajo. Pero mientras no se pueda, seguiré esforzándome para tener todo lo que quiero y lo que alguna vez soñé tener”.

Se acaba el recorrido hasta Manuel Montt. Montesinos afirma que se quedará en Chile y que todo el sacrificio que ha hecho valdrá la pena tarde o temprano.

2 comentarios:

Alfredo Sepúlveda dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Alfredo Sepúlveda dijo...

Ok Francisca, la historia está bien narrada y corresponde a aquello de lo que se trata el curso. Tienes un buen reporteo que sí se nota, y eso es lo bueno. Lanzas eso de que sus amigos "murieron en el intento" de salir de Cuba... ¿metafórico o literal? No queda claro, arregla eso. Si sí murieron, de alguna manera me imagino que esto marcó a tu entrevistado, ¿cómo? Revisa puntuación y redacción.